20090209
Eluana volvió al Padre
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Infórmate
Al aproximarse a los enfermos y sufrientes, la Iglesia se ve guiada por una visión precisa y completa de la persona humana «creada a imagen de Dios y dotada de dignidad y derechos humanos inalienables» (Ecclesia in Asia, n. 33). En consecuencia, la Iglesia insiste en el principio de que no todo aquello que es técnicamente factible es moralmente admisible. Los recientes y enormes progresos y la capacidad de la ciencia médica nos dan a todos una gran responsabilidad respecto del don de la vida que Dios nos ofrece y que es siempre tal en todas sus condiciones. Debemos estar vigilantes contra cualquier violación y supresión de la vida. «Somos... los custodios de la vida, no los propietarios... Desde el momento de la concepción, la la vida humana involucra la acción creadora de Dios y permanece para siempre en un vínculo especial con el Creador fuente de la vida, y su único fin» (Ecclesia in Asia, n. 35).
Juan Pablo II
Mensaje con motivo de la X Jornada Mundial del Enfermo
11 de febrero de 2002
"Para el tratamiento me inspiraré en el bien de los enfermos, en lo que yo pueda y sepa; jamás en daño suyo ni con mala intención.
A nadie que me pidiere mortífero veneno se lo daré; ni aconsejaré su uso; tampoco administraré abortivo a mujer alguna.
Pura y santamente viviré y ejerceré mi arte."
Juramento Hipocrático, fragmento.
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