20090226

¡Que mi ayuno a otros conforte!




Desgarren su corazón y no sus vestiduras.
Joel 2, 12

En la era de la información, donde toda la tecnología disponible nos tiene 24/7 ocupados de atender lo que viene del exterior, hagamos un ayuno que propicie el silencio. No un silencio que nos deje estáticos, sino un silencio que cree un espacio acogedor en nuestro interior para el encuentro con el Señor, un reencuentro con nuestro creador, donde -- en medio de la alegría que comprende todo reencuentro con un ser amado -- podamos conocer y recibir el alimento esencial del cristiano: la voluntad del Padre para cada uno de nosotros.
Padre Carlos Cox,
Rector del Templo Votivo de Maipú,
durante la Misa de Miércoles de Cenizas celebrada en el Santuario de Schoensttat, Bellavista.


twitter / CruzdeMayo

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