20090204

La Cruz del Dolor




Infórmate


Oración por un enfermo

Oh, Dios mío,
este enfermo que está aquí, delante de Ti,
ha venido a pedirte
lo que él desea
y que piensa es lo más importante para él.
Tú, oh Dios,
permite que entren en su corazón estas palabras:
¡Es más importante ser sanados del alma!
Señor,
hágase en él Tu santa voluntad en todo.
Si Tú quieres que se sane, dale la salud.
Pero si tu voluntad es diversa,
que continúe llevando su cruz.
Te rogamos también por nosotros, que oramos por él;
purifica nuestros corazones
para que seamos dignos de donar,
a través nuestro,
Tu santa misericordia.
Protégelo y alivia sus penas;
hágase en él Tu santa voluntad.
Que Tu santo nombre sea revelado a través de él;
ayúdalo a él y a sus seres amados a llevar su cruz.

Fuente

El Rosario es el Arma




San Pío de Pietrelcina, gran devoto del Santísimo Rosario

"Pío de Pietrelcina, místico y apóstol"
de Leandro Sáez de Ocáriz
(Fragmento)

Con frase feliz se le llegó a llamar "el devorador insaciable de rosarios". Ciertos devotos le preguntaban poco antes de morir: "¡Padre! ¿Y que es lo que nos podría decir ahora? ¿Qué es lo que nos recomendáis?". Respondía: "¡Amad a la Virgen y hacedla amar! Rezad el rosario; rezadlo siempre. ¡Rezadlo cuantas veces podáis! Es verdad, sí , que Satanás impera en el mundo; pero impera porque otros le dejan imperar. ¿Puede acaso un espíritu dominar de por si a nadie, si no se une a las voluntades libres de los hombres? ¡Quién mucho ora, se salva de seguro!¡Quien poco ora está en peligro de no salvarse y quien no ora nada, ese está en camino de perdición! La oración del rosario es la oración que hace triunfar de todo y a todos. Ella, María, nos lo ha enseñado así, lo mismo que Jesús nos enseñó el padrenuestro.

Cómo rezar el Santo Rosario


Tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y después de haber vencido todo, manteneros firmes.
Efesios 6, 13

Renglones torcidos



Infórmate

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES
de la Liturgia bizantina

Señor
llena con el don del Espíritu Santo
a los que te has dignado elevar al Orden Sacerdotal
para que sean dignos de presentarse sin reproche ante tu altar,
de anunciar el Evangelio de tu Reino,
de realizar el ministerio de tu palabra de verdad,
de ofrecerte los dones y sacrificios espirituales,
de renovar a tu pueblo mediante el baño de la regeneración;
de manera que vayan al encuentro
de nuestro gran Dios y del Salvador Jesucristo,
tu único Hijo,
y reciban de tu inmensa bondad
la recompensa de una fiel administración de su orden sacerdotal.