Mostrando entradas con la etiqueta Salmos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Salmos. Mostrar todas las entradas

20090126

En el polvo...

Estoy abatido en el polvo,
reanímame según Tu palabra.
Sal 119, 25




Oración de un adicto

Querido Dios,
Me dirijo a Ti con el corazón en la mano.
Perdóname por desperdiciar mi vida/mi cuerpo/mi alma con (mi adicción).
Aunque reconozco mi vicio, no he tenido el poder de controlarlo.
Tú lo sabes. Tú nunca me culpas. Tú conoces la verdad.
Mi adicción me ayuda a sobrellevar la máscara que esconde mi dolor.
Pero puedo trascender el dolor cuando Te llamo de corazón.
Por eso, vengo ahora a postrarme ante Ti.
Te pido en este momento, Padre, que me llames, que me llames en voz alta.
Sácame de esta adicción y llévame al camino que has pensado para mi.
Porque Tú me necesitas: soy Tu Voz, soy Tus Manos.
Te glorifico porque puedo reconocerme como Templo del Espíritu Santo.
Dame las gracias que necesito para obedecer Tu Voz.
Contigo a mi lado, me sobrepondré a mis debilidades
Mi alma se llena de gozo. Mi gratitud es infinita.
Tú puedes sanarme.

Así sea